El miedo es el gran capador de nuestras vidas, el gran condón de la muerte. Tenemos miedo de nuestro destino, de nuestros designios, de nuestras capacidades. Nos da miedo la revolución, la enfermedad, la vejez, ... Nos dan miedo los poderosos ...Nos da miedo el Gobierno, el Boletín Oficial del Estado, nos da miedo exigir, nos da miedo la acción, ... Nos da miedo lo desconocido, ...
Confundimos el miedo con la prudencia, el miedo es la íntima excusa que nos buscamos para justificar la cobardía. ... Aunque en gran medida el miedo es fruto de la educación que nos han inculcado, en especial la religiosa, porque, como se sabe, toda religión se fundamenta en el miedo. Romper esa barrera no es fácil se tarda.
En definitiva, si hay algo que nos lastra es el miedo a vivir, el miedo a reclamar, el miedo a exigir, el miedo a darle la vuelta a la tortilla. Porque el miedo es la gran arma de destrucción masiva y continuada que emplea el poder contra nosotros.
Perder el miedo es la gran apuesta para ser felices, porque como afirma Punset, la felicidad es la ausencia de miedo.
También me mojo: mis miedos: 1. Que no me quiera nadie. 2. La vuelta a la dictadura. 3. Tener que sufrir para morir. 4. La ceguera. 5. A volar 6. A los reptiles.
¿Y los de ustedes?
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